Considerado como el «fotógrafo de la Caldera de Taburiente», Miguel Béthencourt Arrocha (1918-2002) fue uno de los pioneros de la práctica del senderismo en La Palma. Se instruyó en las técnicas de la imagen hacia 1949, montando un estudio y laboratorio de revelado hasta aproximadamente 1998. Su trabajo más personal comprendió el retrato, vistas urbanas y paisajes. Las fotografías que nutren el fondo fueron donadas por su hija María de las Nieves Béthencourt Castro.